La variedad predominante en la Rioja Baja es el garnacho, que ocupa un 44% de la superficie, quedando para el tempranilloel 38% y el 7% para el resto de las variedades tintas. Para las uvas blancas queda el 11%,e especialmente para la viura.
La Denominación de Origen Calificada Rioja se extiende por la Comunidad Autónoma de La Rioja y por varios municipios del País Vasco y de Navarra. Unas 60.000 hectáreas de viñedo en total con las que se elabora uno de los más prestigiosos vinos del mundo.
Esta Denominación ampara vinos tintos, blancos y rosados.
Los vinos de Rioja se catalogan en jóvenes, adecuados para consumir en su primer o segundo año y los criados en barrica. Estos últimos pueden ser Crianza, Reserva y Gran Reserva.
Los vinos Crianza están en su tercer año. Los tintos han pasado al menos uno en barrica y los blancos, seis meses.
Los vinos tintos Reserva han envejecido durante tres años y, al menos uno, en barrica, mientras que los blancos Reserva han pasado por un proceso de envejecimiento de 2 años y al menos 6 meses en barrica.
Los Grandes Reservas tintos han pasado dos años en barrica y tres en botella, mientras que los blancos han envejecido durante cuatro años, de los que 6 meses han pasado en barrica.
El Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja es el organismo encargado de garantizar la calidad de los vinos de Rioja y vela por el cumplimiento de las normas que marca el reglamento, tanto en el cultivo de la vid como en la elaboración del vino.
Los antecedentes de este Consejo se encuentran en la Edad Media, en el siglo XVI, cuando un grupo de cosecheros de Logroño eligió un anagrama para identificar y asegurar la calidad de sus vinos. El Consejo Regulador, tal y como hoy se conoce, se creó en 1902 y la aprobación del Estatuto del Vino en 1932 supuso su impulso definitivo.
Los vinos de Rioja se elaboran, tradicionalmente, con siete variedades de uva: Tempranillo (la más utilizada), Garnacha, Mazuelo y Graciano para los tintos; y Viura, Garnacha blanca y Malvasía para los blancos. El Consejo Regulador ha aprobado la incorporación de otras seis variedades blancas: Maturana, Turruntés, Tempranillo blanco, Chardonnay, Sauvignon blanc y Verdejo, y una tinta: Maturana tinta.
La Rioja cuenta con la tradición vitivinícola del Cava desde principios del siglo XX. Esta Comunidad Autónoma es la cuarta productora y cuenta con tres empresas elaboradoras de este vino espumoso.
La mayor parte del Cava riojano se comercializa en la propia Comunidad Autónoma y en las zonas limítrofes de Navarra y del País Vasco, aunque cada vez más está abriéndose a los mercados nacionales e internacionales.
El Cava se elabora en siete comunidades autónomas: Cataluña, La Rioja, Aragón, Navarra, País Vasco, Comunidad Valenciana y Extremadura. Los municipios riojanos amparados por esta Denominación de Origen son Alesanco, Azofra, Briones, Casalarreina, Cihuri, Cordovín, Cuzcurrita, Fonzaleche, Grávalos, Haro, Hormilla, Hormilleja, Nájera, Sajazarra, San Asensio, Tirgo, Uruñuela y Villalba.
El Consejo Regulador del Cava, formado por el Ministerio de Agricultura y las Comunidades Autónomas adscritas a la Denominación, se encarga de controlar la producción y la elaboración, y de garantizar la calidad de este vino de calidad.
Este vino espumoso se elabora principalmente con las variedades Macabeo, Xare.lo y Parellada, aunque también están permitidas la Malvasía (Subirat Parent) y la Chardonnay. Las variedades permitidas para los cavas rosados son Garnacha tinta, Monastrell, Pinot Noir y Trepat.
La Rioja cuenta con una Indicación Geográfica para los vinos blancos elaborados principalmente con la variedad Moscatel. Estos vinos, los vinos de la Tierra Valles de Sadacia, pueden ser secos, semisecos, dulces y semidulces.
Los valles de Sadacia –los regados por el río Cidacos, antiguamente Sádacos- resultan idóneos para el cultivo de viñedos en general y de la variedad Moscatel en particular, debido a las características del clima y del suelo.
Estos vinos se elaboran como otros vinos blancos, pero con una interrupción de la parte final de la fermentación. Con ello se logra que permanezcan azúcares propios, dando lugar a un delicado vino blanco, que puede ser seco, semiseco, dulce o semidulce, dependiendo de la mayor o menor fermentación.
Los vinos resultan aromáticos y muy finos. Son de color oro, untuosos y con gran presencia de aromas frutales y florales. Muy aterciopelados en el paladar, intensos y elegantes, constituyen un equilibrio perfecto de sensaciones dulces.
Los municipios riojanos amparados por esta Denominación están situados en el sudeste de la región: Agoncillo, Aguilar del Río Alhama, Albelda, Alberite, Alcanadre, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedillo, Arnedo, Arrúbal, Ausejo, Autol, Bergasa, Bergasilla, Calahorra, Cervera del Río Alhama, Clavijo, Corera, Cornago, El Redal, El Villar de Arnedo, Galilea, Grávalos, Herce, Igea, Lagunilla de Jubera, Leza de Río Leza, Murillo de Río Leza, Muro de Aguas, Nalda, Ocón, Pradejón, Préjano, Quel, Ribafrecha, Rincón de Soto, Santa Engracia de Jubera, Santa Eulalia Bajera, Tudelilla, Villamediana de Iregua, Villarroya y Logroño
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